La navidad es un tiempo muy especial y esperado por muchos. Familias se reúnen para pasar tiempo juntos, comer, hablar, reírse, decorar el hogar, y muchas otras cosas más. Es una época maravillosa.
Sin embargo, la razón principal para hacer todo lo que dije arriba es muy clara en la Biblia: Jesucristo. En la navidad recordamos la llegada de nuestro Salvador, aquel momento glorioso en el que Dios envió a su hijo para que todos lo que crean en él disfruten de eterna salvación.
Hay un versículo que me encanta recordar en estos tiempos. Pienso que da suficiente claridad sobre lo que debería ser el centro de las celebraciones navideñas:
Y dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecado.
Mateo 1:21
María recibió un mensaje directo de Dios a través de uno de sus ángeles. Lo que Dios le dijo a María era la información más importante del universo.
Primero le dijo que el nombre de su bebé sería Jesús, que significa "Jehová es salvación". En otras palabras, Dios, a través de este niño, traería salvación. Este mensaje trajo esperanza, gozo y consuelo. Todas estas cosas son maravillosas verdades que recordamos en la navidad, pero separarlas de Jesucristo le quita todo su valor.
Todo ser humano se encuentra en una condición sin esperanza, sin gozo y consuelo por causa del pecado que mora en él. Por eso, lo siguiente que el ángel le dice a María es sumamente especial.
La razón para ponerle por nombre "Jehová es salvación" es porque él salvaría a su pueblo de sus pecados. Es decir, el propósito principal de Dios con el nacimiento de Jesús es que a través de él pecadores sean salvos de sus pecados.
¿Qué significa esto para la Navidad?
Significa que el centro de la navidad es Jesucristo como nuestro salvador.
Significa que la comida, los regalos, las luces e incluso la familia deben ocupar un segundo plano.
Significa que la navidad se trata de recordar el evangelio de salvación.
¿Qué debemos hacer en esta navidad?
Así como María recibió buenas nuevas de parte de Dios por medio de Sus palabras, Él también nos ha hablado a través de las Escrituras, las cuales revelan Su gloria en Jesucristo (Jn.1:18, Heb.1:3).
Por lo tanto, en esta navidad debemos reunirnos con nuestros seres queridos para leer las Escrituras, cantar las Escrituras y orar las Escrituras, pues ellas nos llenan de gozo al enfocarnos en lo principal que es Jesucristo.
Dios envió a su hijo con un propósito claro: "salvar a su pueblo de sus pecados". El problema más grande de la humanidad no es la corrupción, el racismo, la pobreza, la violencia, no. Todas estas cosas son el fruto de un mal mayor, el cual es el pecado.
El pecado nos separa de la fuente de todo bien que es Dios; y no solo eso sino que nos condena justa y eternamente.
Toda esta miseria que nos caracteriza debe estar presente en nuestra meditación navideña. Quizás alguien asombrado diga: "¡¿cómo?! ¿Por qué pensar sobre algo tan horrible en una época tan hermosa?" ¡Por que lo que hace maravilloso a este tiempo es que Cristo nació para perdonar el pecado! Si no consideramos la desagradable condición en la que nos encontrábamos antes de la salvación, no valoraremos correctamente la gracia de Dios en nuestras vida. Solo Jesucristo es la verdadera fuente de esperanza, paz y gozo en la navidad y en todo momento. ¡Qué gran bendición!
Así que, sí. Disfrutemos esta navidad al máximo, recordando que Dios ha cumplido su promesa de enviar al mundo un Salvador, Él único Salvador, nuestro Salvador Jesucristo.